El avión WC-135R de detección nuclear sobrevuela EE. UU. en medio de una escalada crítica entre Irán, Israel y Estados Unidos. Teherán vive evacuaciones masivas ante el temor de una confrontación sin precedentes.
La tensión entre Irán, Israel y Estados Unidos ha alcanzado niveles sin precedentes. El pasado viernes, el Pentágono activó una alerta silenciosa al desplegar un avión WC-135R “Constant Phoenix”, una aeronave especializada en la detección de partículas nucleares en la atmósfera, también conocida como “sniffer nuclear”. El avión despegó desde la base aérea de Omaha, Nebraska —sede del Comando Estratégico de EE. UU.— y actualmente realiza trayectorias irregulares en el norte del país, lo que ha encendido las alarmas entre analistas militares y observadores internacionales.
Este tipo de avión ha sido utilizado históricamente en situaciones extremas, como la crisis de Chernobyl, los ensayos nucleares de Corea del Norte o tras accidentes atómicos. Su despliegue suele ser discreto, pero nunca rutinario, y en el contexto actual representa una señal clara de que Estados Unidos está monitoreando de cerca posibles movimientos nucleares en Medio Oriente o preparativos con potencial destructivo.
Mientras tanto, en Teherán, la situación es caótica. Imágenes difundidas por medios internacionales muestran autopistas colapsadas y ciudadanos abandonando la capital iraní. Miles de personas buscan escapar de lo que podría ser una escalada sin retorno. La evacuación masiva coincide con la creciente incertidumbre luego de los ataques israelíes a instalaciones militares clave en Irán y la muerte de altos mandos del régimen.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, aumentó aún más la tensión al declarar en conferencia que “todos deben evacuar antes de que no quede nada”, una frase que fue interpretada como una advertencia directa de que la confrontación podría alcanzar una dimensión devastadora.
La comunidad internacional se encuentra en estado de máxima vigilancia. Naciones Unidas ha convocado a una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, mientras varias embajadas occidentales en Irán han comenzado a reducir personal diplomático. Organismos de derechos humanos han pedido a las partes que eviten decisiones irreversibles, pero las señales —desde el despliegue del avión nuclear hasta la retirada civil en Teherán— apuntan a que el conflicto puede entrar en una fase crítica en cuestión de horas.