El gobierno ha impulsado la nueva versión digital de la CURP, conocida como “Llave MX”, que incorporará datos biométricos —como huellas digitales, reconocimiento facial e incluso escaneo de iris— con el objetivo de simplificar trámites administrativos y reducir fraudes en identidad.
Sin embargo, organizaciones civiles y activistas han expresado fuertes reservas:
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Alertan sobre la centralización de datos bajo la Secretaría de Gobernación, lo cual podría derivar en un uso indebido o vigilancia excesiva .
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Temen la creación de un sistema “obligatorio” con consecuencias sociales para quienes decidan no adoptar este nuevo formato de identificación .
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Además, existe una falta de regulación clara respecto al almacenamiento, protección, acceso y tiempo de retención de estos datos sensibles
¿Qué balance busca México?
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Ventajas esperadas: mayor facilidad en trámites oficiales, menos fraudes de identidad, y ejecución efectiva de políticas públicas.
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Riesgos latentes: posible vulneración a la privacidad, falta de transparencia sobre el uso de los datos y desigualdad si la “Llave MX” se convierte en requisito obligado.
📌 En resumen: la CURP biométrica representa un paso significativo hacia la digitalización e innovación, pero también plantea obligaciones urgentes en materia de:
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Regulación estricta sobre quién accede y cómo se usa esa información.
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Protección avanzada para evitar brechas de datos personales.
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Transparencia real hacia la ciudadanía sobre sus derechos y los límites del control estatal.